jueves, 25 de abril de 2013

El aborto

Estamos asistiendo a una discusión en el ámbito político en relación a la legalización del aborto, bueno, más que a la legalización o no del aborto, a los supuestos en los que matar a un nasciturus no serían delito. Esta discusión, que es a todas luces muy superficial y llena de ideología de partido, no es mas que otro ejemplo de la conceptualización que nuestros dirigentes tienen de las personas. Si analizamos el contenido de la discusión podemos entender qué piensan de nosotros, cómo quieren que nos relacionemos con los otros, y como quieren que nos relacionemos con los gobernantes.

Nuestros dirigentes deberían posicionarse en uno de los dos extremos, o la defensa absoluta de la vida, por las razones que expondré, o la libertad absoluta para matar si elegimos el criterio de la libertad y la dignidad de la madre.

En toda la discusión se ha dado la espalda a la definición de vida, y se ha limitado a supuestos simplemente cientifistas. Una comprensión de la vida correcta puede arrojar luz para poder mantener, como hombres que somos, individuales y diferentes del otro, la defensa sin fisuras de la vida y la condena del aborto en cualquier estadio de desarrollo del feto. Pero ello sólo se logra entendiendo qué es la vida previamente, y entendiendo que somos algo más que una simple partícula de la masa poblacional, esa masa que los gobiernos quieren controlar mediante la anestesia de la comodidad, el estado del bienestar y la educación.

Pero vamos a aplicar un poco de sentido común a esta discusión, pues parece que nuestros gobernantes, levantando una bandera teñida de sangre, carecen de él.

En primer lugar, es aberrante que la discusión se esté planteando en al ámbito del cientifismo biológico o psicológico justificativo. Si el criterio es puramente biológico, y simplemente decidimos que matar es lícito en la medida en que los avances científicos no comprenden la vida en sus inicios de forma adecuada, la primera conclusión es que el avance de la ciencia hará el replanteamiento contínuo del asunto, y nunca permitirá un análisis más profundo, y, por tanto, el resultado será que podemos matar en función de nuestro grado de conocimiento biológico: como desconozco mato, y mato impunemente. En definitiva, el aborto es delito en función de los avances científicos.

En segundo lugar, el psicologismo. Los daños psicológicos justifican el aborto. Aunque pueda parecer inicialmente este impacto psicológico mucho más ambiguo para justificar el asesinato (lo denomino así porque la indefensión de la víctima es absoluta, y no podría encajar en el tipo "homicidio"), y todos hablan de coladero para matar, es mucho más interesante que el puramente biológico, pues está la decisión de asesinar en al marco de nuestra libertad. Pero este supuesto para acabar con el nasciturus, es tan aberrante como justificar el matar a mi vecino porque pone la música alta y me causa trstornos de sueño e irascibilidad.

En tercer lugar, la dignidad y la libertad de la madre. Este es el único supuesto, si incluyésemos también la libertad y dignidad del padre, claro, que podría justificar el asesinato. Se dejaría en manos de la conciencia individual de cada uno el hacerlo o no. Lo contrario a la vida no es la muerte, sino que lo contrario a morir es nacer. Son dos hitos inevitables, y sobre los que no podemos actuar. Lo que diferenciará a los hombres es la forma de vivir, no la forma de nacer o la forma de morir. Y es la forma de vivir la que te dignifica. Lo justo sería defender la dignidad, y la justicia debería estar orientada a esta tarea. Pero con una particularidad, lo que habrá que defender es la dignidad de los vivos. La inevitabilidad de la muerte hace que la vida no sea un bien absoluto. Nacer en si mismo no es importante pues tú no decides hacerlo, y si la muerte nos llega a todos, deja de tener importancia quién se muere y cuándo lo hace. En definitiva, no debemos defender la vida sino la dignidad que has ganado por tu forma de vivir. Y la defensa puede ser de la dignidad propia o de la dignidad de quien te ha dado la vida.
En este caso, el aborto no debería ser castigado. Y el asunto de los plazos es también irrelevante desde la óptica de la dignidad. Al niño no debe defenderse, sino al progenitor, a aquel que sí está investido de dignidad por su forma de vivir. Si a quien hay que defender, es decir al progenitor, decide abortar, ¿por qué nos preocupamos?. Es una decisión personal. Y centrémonos en las vidas que sí hay que defender. A quien debemos defender es a los niños de países subdesarrollados que se mueren de hambre por la acción del hombre. Eso sí es indigno, que permitamos que se mueran. Y debería ser motivo de castigo. ¿Por qué es más grave matar a una persona que dejar que se muera un niño? ¿No es genocida una sociedad que lo permite? ¿No es genocida un digno señor que viendo la tele lo permite? Es un genocidio en mayúsculas, por la dignidad de unos padres que no defendemos y asisten indefensos a la muerte de su hijo (y no han decidido que su hijo muera como el abortista, sino que sufre por querer mantener la vida de su hijo).
 
Y por último, ¿qué pasa si en vez de esos tres supuestos, definimos primero la vida? No vamos a usar la biología; seguramente dentro de 500 años nadie dudará de que hoy se matan a seres vivos porque no comprendemos que lo son. Vamos a definir la vida desde la óptica individual. La vida existe desde que existe conciencia de la vida. Pero no conciencia propia sino conciencia en el otro de la misma. Existe la vida desde que el otro es consciente de ello, y es consciente desde que está afectado psicológicamente. Algo ya ha cambiado en un tercero, algo se ha removido, se ha disparado una cadena de consecuencias y cambios vitales y cambios en el mundo. La simple conciencia de la concepción mueve el mundo, mueve al otro, tomará decisiones que en la cadena de la vida afectará al mundo. Reconocer esto es dar importancia a la individualidad, a la diferencia, al papel esencial que todos y cada uno de los hombres en el mundo. Reconocer esto es resisitirnos a ser uno mas en una masa de hombres adormecidos a los que nos quieren convencer de que nuestras vidas no tienen importancia, de que nuestro papel es neutro y de que debemos permitir que nos gobiernen a su antojo.
 
No permitir el aborto es conceder importancia al hombre, y eso no interesa a los gobernantes. Nuestros gobernantes no quieren que tengamos conciencia moral, quieren que adoptemos su moralidad cientifista. Sobre la defensa de nuestra dignidad, nos perdonan el asesinato, y así podemos darles gracias por mitigar nuestro remordimiento de conciencia.
 
Eso reivindico, la defensa de la vida basada en la existencia desde el momento cero. Porque aunque no lo veamos, la concepción de un niño, su vida, ya ha cambiado el mundo. Aunque acabemos con él, muchos han sido "tocados" y sus actos serán condicionados por esta efímera existencia. Puede que no queramos verlo, que necesitemos que los gobiernos nos limpien la conciencia para alienarnos en la masa indocta, para suprimir nuestra individulidad. Pero desde que un niño es concebido y sus padres toman conciencia, lo maten o no, tengan o no daños psicológicos, su vida ha cambiado, y ha cambiado porque otra vida se ha relacionado con ellos.

miércoles, 10 de abril de 2013

STOP DESAHUCIOS.

Este movimiento es otro movimiento político que utiliza el victimismo para justificar sus actuaciones, con independencia del tipo de acciones que lleven a cabo; bien acciones para evitar un desahucio o bien violentos ataques contra sus objetivos políticos.
Nadie puede dudar ya de que en España el victimismo proporciona tirón mediático, perdón social, justificación en cuanto a la desproporcionalidad de medios y, sobre todo, dispensa ética y dispensa de la verdad.
La razonabilidad de sus peticiones queda invalidada por la hipocresía subyacente en las mismas y por los medios utilizados para sus reivindicaciones falsamente humanitarias.
La dación de pago, la primera y principal de las hipocresías.
En el caso de la dación de pago, que podría parecer justa por algunos motivos (el banco asumió su riesgo y la garantía era hipotecaria, el banco prestó alegremente sin considerar la capacidad de pago del cliente, el banco permite la dación de pago a las empresas y por las mismas razones podría aplicarla a los particulares...) resulta que la justifican por razones puramente humanitarias: "pobre persona sin recursos que se queda en la calle". Entonces toda su reivindicación de la dación de pago se resquebraja intelectualmente. Frente al desahucio de esta persona, proponen como solución la dación de pago. La dación de pago es la entrega de la vivienda al banco y cancelación total de la deuda, pero no supone que se queda a vivir en esa vivienda sino que tiene que abandonarla. Luego la dación de pago no es una cuestión de humanidad y solidaridad sino economica, y el victimismo se convierte en pura hipocresía interesada.
El papel de cada ciudadano.
Debemos ser serios y aplicar las reglas que regulan la convivencia. Y una de esas reglas es la obligatoriedad de cumplir con nuestros contratos. Y si no somos capaces, dirijamos nuestras peticiones de ayuda a los servicios sociales, pues el problema no es ya económico sino de otra índole. Y lo más justo es que pudiesen conseguir recursos para ese potencial desahuciado, para que a su vez pague sus obligaciones. Pero debe quedar claro el papel de cada uno: el banco o arrendador tiene un derecho, que puede negociar o no, pero en cualquier caso es un derecho; el inquilino o hipotecado es un obligado al pago, y puede negociar o no; y en caso de acuerdo económico, los recursos necesarios para pagar deben ser objeto de fondeo social. Consecuentemente el inquilino o propietario hipotecado asume desde ese instante que es un social-dependiente, que debe a ciertas instituciones sociales el que pueda tener una vivienda digna, y no por que esta sea un derecho absoluto sino porque hay humanidad en el sistema social, porque hay ciudadanos y organizaciones solidarias, que en cualquier caso deben ser ajenos a obligaciones mercantiles. Esos ciudadanos sin recursos deben ser conscientes de que su incumplimiento mercantil acarrea acciones solidarias en su favor, que debe mucho a aquellos que fondean sus necesidades y que su derecho no es absoluto, y que además debería agradecer a esos anónimos que financian su vivienda (gente con sus impuestos o caritativos ciudadanos) cada día el que pueda disfrutar de su vivienda.
De no asumir el rol a la violencia justificada por falso victimismo.
Por el contrario, organizaciones políticamente dependientes y extremistas, tratan de convencerles de que su derecho es el de la vivienda gratuita y que por ello tienen derecho a actuar con violencia. Pues debe quedar claro que ese potencialmente desahuciado debe elegir entre ser parte mercantil, o dependiente social o delincuente. No permitamos que por asociaciones extremistas una persona con derecho a vivienda digna, pase de no poder asumir obligaciones mercantiles a ser un delincuente. Dejemos que se respeten las normas de convivencia y que la acción social ayude a las personas, pero que no se dé ese paso falso hacia la delicncuencia organizada por extremistas rabiosos.




jueves, 19 de abril de 2012

La monarquía española: una anti conspiración.

No creo en las casualidades, y creo mucho en las teorías conspiratorias. Y creo en ellas porque me resisto a pensar que aquellos que quieren que encontremos la felicidad en la vida corriente, tengan una vida corriente. Es una especie de romanticismo aventurero. Pero voy a centrarme en la última anti conspiración en España. Se trata de los últimos actos de la familia real de España (no puedo decir familia real "española" pues han desmotrado con sus actos que de esto tienen poco; ejemplifíquese en no enfrentarse al estatuto de Cataluña). Todo lo que han hecho y hacen sus miembros es un plan orquestado de afianzamiento de la institución. Tiene su majestad detrás, en la sombra, un estratega sin parangón en la historia, inteligente y hábil. Ha conseguido que no se cuestione en España la monarquía como institución, y se esté discutiendo tan sólo la abdicación en su hijo. Gracias a Marichalar y Urdangarín, nadie duda de que Leticia es una gran consorte, y gracias al Rey, nadie duda de que su hijo es mejor que el padre. En definitiva, el resultado de sus acciones ha fortalecido no sólo la monarquía sino la figura del príncipe. Pero esta estrategia es muy inteligente, no sólo porque ya nadie discute monarquía sí/ monarquía no, sino que por la ley de "contraposición", el príncipe encarna las cualidades adecuadas para mantenerse en el poder una generación más: 1. No es snob, vividor, arístocrata sin dinero, amante de la vida fácil y de los saraos. 2. No es un estafador, malversador de fondos públicos, delincuente fiscal que se aprovecha de su posición para ganar dinero. 3. No es representante del estado que no defiende la unidad de España. 4. No es una persona que eluda sus responsabilidades en épocas de crisis. Es en definitiva, un futuro rey ejemplar y ejemplificante. Estas cualidades se las ha ganado por "contrariedad". Y todo ello encuadrado en una estrategia sociogeopolitica, pensada y puesta en práctica por un ser "inteligente", que está cerca del rey. Quiero conocerle. Y si no existe, y es fruto de la casualidad, creeré de nuevo en la Etica Guerrera, en la necesidad de una figura superior con derechos de sangre, que controle el desaguisado que estamos montando en el mundo.

viernes, 23 de marzo de 2012

Sigo sin entender...por más que pase el tiempo.

Ahora que reestrenan Blancanieves, me he acordado de Pretty Woman. Es una historia que le gusta a la gran mayoría de mujeres. Y llevo mucho tiempo sin comprender por qué. Ella es una prostituta, y él un ambicioso hombre de negocios, bueno más que ambicioso, forrado hombre de negocios. Es entonces cuando necesito que alguna mujer me explique por qué no critican a los personajes. Lo que voy a decir no es para insultar a las mujeres, sino para que alguna me haga comprender (todo el mundo sabe lo limitado que soy), el doble rasero que utilizan en sus juicios.
En primer lugar, la mayoría de las mujeres, y sobre todo estas que adoran la película critican a las prostitutas. Unas porque sencillamente son ligeras de cascos, y otras porque usan su cuerpo para fines inmorales. Bueno, pues la protagonista es esto que critican. ¿Será que en el fondo si los clientes fueran como Richard Gere, ellas serían un poco putas?
En segundo lugar, él es un inmoral hombre de negocios, que si bien no busca tener relaciones sexuales con una prostituta, finalmente le paga por sus servicios. En definitiva, es un inmoral putero. ¿Qué mujer no critica a un hombre que se va de putas?. A este no, ¿por el dinero? ¿por ser guapo?. En definitiva, ¿hay puteros y puteros?.
¿Entonces que es lo que les gusta de la película? Me canso de escuchar a estas mujeres hipócritas criticar a las prostitutas y criticar más aun si cabe a los caballeros que pagan por ellas. Pero en este caso, no critican ni a la una ni al otro.
¿Deja de ser putero porque se haya enamorado? O es que eres un ser asqueroso, que gracias a que te has enamorado de la mujer, el género femenino redime tus pecados. ¿Necesitamos los hombres que las mujeres nos rediman? ¿Dónde, en qué momento en la linea de pensamiento femenino, un hombre deja de ser un guarro para ser un romántico?
Y claro, el colmo de los colmos...ellas piensan que esto es muy romántico. ¿Pero qué clase de romanticismo es ese? Que me lo expliquen.
Muchas dudas...

jueves, 22 de marzo de 2012

Guadarrama en moto

La ruta completa tiene origen en Colmenar Viejo y final en Duruelo. El viaje tenía como objetivo disfrutar de la sierra de Madrid (Guadarrama) recorriéndola en moto, conocer el Monasterio del Paular y La Granja, pasear por Segovia, y recorrer la bonita ruta que corre paralela desde Segovia hasta Duruelo dejando Somosierra a la derecha. Y finalizar, como no, haciendo una paella en Duruelo.
Desde Colmenar a Soto del Real el paisaje que merece disfrutar es el embalse de Santillana, y desviarse un poco a Manzanares el Real para contemplar el castillo. Este castillo fortaleza del siglo XIII, y que pertenece al Duque del Infantado, se encuentra a los pies de la Sierra de la Pedriza.
Desde Manzanares regresamos hacia Soto para ir al pueblo de Miraflores, desde donde se asciende el Puerto de la Morcuera. La carretera es estrecha, va disminuyendo la vegetación conforme asciendes, y desde arriba se divisa el embalse del Pradillo. Esta subida está muy transitada por bicicletas y otras motos. La bajada hacia Rascafría te permite contemplar la naturaleza de alta montaña a la izquierda y el embalse de la Pinilla a lo lejos. En Rascafría hay que parar y visitar el Monasterio del Paular, del siglo XIV, ordenada su construcción bajo el reinado de Enrique II. Perteneció a la orden de los Cartujos en sus inicios, y ahora ocupado por la orden de San Benito. Está rodeado de altas montañas en un entorno natural espectacular.
El siguiente tramo transcurre entre el monasterio y la Granja de Segovia, coronando el puerto de Navacerrada, siempre bajo el imponente Peñalara. El descenso del puerto hacia La Granja se produce entre bosques. Y visitamos el Palacio Real de La Granja y sus jardines (S. XVIII), lugar de descanso de verano de Felipe V hasta Alfonso XIII. Merece la pena pasear por lo jardines de estilo versallesco.
Desde allí nos dirigimos a Segovia, para pasear desde el acueducto hasta el Alcazar y la Catedral.

Y de Segovia a Duruelo, a los pies de Somosierra y paralelos a su cumbres, nos adentramos en el entorno del Duratón, donde no podemos dejar de visitar Pedraza, Sepúlveda y Riaza.
Una vez llegamos a Duruelo, empecé a preparar la paella para unos amigos que viven en Finlandia.

miércoles, 21 de marzo de 2012

La paradoja neoclásica (The Artist).

La película ganadora de los Oscar merece un comentario. Es una película arriesgada, que adquiere su sentido sólo en la medida en que tiene éxito comercial en el siglo XXI. En realidad, más que una película, hay un momento en que son tres, una dentro de la otra y siendo visionada en una sala hoy, como cuando en un espejo ves reflejado el espejo de forma infinita. Y digo que adquiere su sentido sobre el éxito porque precisamente, dejando fuera la historia de los hombres, lo que subyace es la evolución del cine mudo al cine con sonido, y la seguridad de que este avance tecnológico supondrá el fin del primero, pero claro contado en formato mudo en tiempos actuales. Todo una paradoja curiosa. La película, aunque sea muda, se deja ver sin aburrir, por dos razones, en primer lugar por la historia que viven sus protagonistas, que no deja de ser la historia de los hombres desde el origen del hombre, y por otro porque el cine mudo, por mucho que avance la técnica, si es de calidad tiene que gustar, en la misma medida que gustaba hace 90 años; el hombre no ha cambiado nada, sigue siendo el hombre vanidoso, egoísta, exitoso, envidioso, cuya historia atrae, con independencia del formato. No apreciar una película muda, es renegar de todo arte que no sea contemporáneo. La historia es clásica, hombre vanidoso por el éxito y la fama, y que se inmerso en una revolución técnica, sin que se le den oportunidades para adaptarse, precisamente por su orgullo. La historia que se cuenta es la historia de la redención de sus pecados. En su carrera conoce al que le sustituirá en el nuevo formato. Será ella precisamente su camino para la salvación, que no se producirá hasta que él adquiera conciencia de que lo que le pasa se debe exclusivamente a su orgullo y vanidad y obstinación , y no a las personas que le rodean, cuyo amor es infinito (perro, mayordomo, productor, actriz). El detalle del incendio, como en Cinema Paradiso, originado por su abrazo al pasado inflamable, y salvado por su perro. El detalle del descubrimiento de los muebles que vendió para vivir en su casa, que es como el descubrimiento de una luz. Y lo más paradójico, la paradoja dentro de la paradoja, la obstinación en querer hacer una película muda, que fracasa comercialmente. Por eso esta película tiene valor. Si hubiera fracasado hoy, sería autoexplicativa.

lunes, 2 de enero de 2012

Mentira miserable.

La mentira acompañada del insulto a la inteligencia es lo más miserable que existe.
Durante años, siete años concretamente, he criticado duramente el sectarismo de los votantes del PSOE, quienes a pesar de que el gobierno cometía errores, gestionaba pésimamente y robaba impunemente, no eran capaces de autocrítica alguna. Y mi crítica me permite, desde la primera semana del nuevo gobierno, poner por escrito lo que pienso, sin sectarimos, pues no soy esclavo ni le debo nada a los que me gobiernan.
Pues bien, puedo decir que el gobierno, al que ayudé a auparse a donde se encuentra con mi humilde voto, me ha decepcionado, porque ha mentido, ha engañado. Prometieron no subir los impuestos, y ese fue el ariete de su campaña, pero lo primero que han hecho es precisamente lo contrario.
Pero no sólo mienten, si no que además nos tratan como si fuésemos indigentes intelectuales. Los cuatro motivos que complementan una mentira, y que por tanto la hacen miserable son los siguientes:
1. Argumentan el desconocimiento del déficit. Durante años vienen diciendo que era superior al declarado, y sabían que es lo que se encontrarían. No se pueden escudar en ello para mentir.
2. La reducción del déficit no debe hacerse atacando a la clase media, sino que debe hacerse reduciendo esta administración pública, incompetente y cara, mediante la supresión de organismos públicos y de subvenciones a sectores improductivos.
3. La denominación de "impuesto solidario" es cuando menos vomitivo. No sólo mienten, sino que pretenden dogmatizarme. La solidaridad es un decisión individual, en el ámbito de mi libertad personal. La ejerzo como quiero, y no a las órdenes dictadas de un gobierno.
4. El pago de los excesos cometidos por banqueros, politicos y empresarios, la tenemos que pagar los trabajadores de la clase media. Yo no viví por encima de mis posibilidades, y sin embargo, ahora tengo que pagar los excesos de políticastros y empresarios.