jueves, 26 de noviembre de 2009

Dubrovnik

No pretendo al recomendar viajes ser un guía turístico, sino contar la vivencia de una manera natural, sencilla y sin alardes culturales.
El vuelo desde Madrid no se hace pesado y como el aeropuerto está hacia el este de Dubrovnik, si tienes la suerte de ir en la ventanilla izquierda puedes contemplar la ciudad desde el aire. Es cuando te das cuenta de que es impresionante. Podréis suponer que enseguida me puse a pensar en si habría posibilidad de alquilar una avioneta para darse una vueltecita por allí. Nos alojamos en El Pucic Palace, dentro de las murallas. El hotel es algo caro, pero bastante cómodo y te permitía salir a pasear por la ciudad al anochecer, el mejor momento sin duda para disfrutar; los turistas de los ferries ya habían embarcado de nuevo y la ciudad se quedaba en calma, iluminada por sus farolas verdes características.
Lo mejor que se puede hacer en la ciudad es dejar la guía en el hotel y descubrir callejeando sus rincones. Imprescindible recorrer la muralla y fotografíar desde todos los angulos Dubrovnik. Curioso encontrarte en lo alto de la ciudad la iglesia de los jesuitas y comprobar que es igualita a Il Jesú de Roma. Agradable ir a tomar unos mejillones, arroz y calamares al puerto viejo. Preciosos los palacetes de estilo renacentista. Divertidos los mercadillos donde se puede comprar agua de lavanda. Y por supuesto, nadie debe dejar de visitar el Museo de la Guerra, para no olvidar que hace muy pocos años estuvieron en guerra, que murieron muchos croatas por defender unos ideales irrenunciables y que se cometieron genocidios abominables.
Un día y medio es suficiente para ver la ciudad amurallada, y necesitarías un mes más para conocer Croacia.
Decidimos meternos en la esencia del Adriático, así que alquilamos un barquito para visitar las islas cercanas. En estas islas ya no hay turistas, y todas ellas cuentan con pueblos encantadores, con bonitas playas para darte un baño, gentes del lugar que parece que no tienen prisa, y estupendos restaurantes donde puedes acompañar la comida con vinos blancos autóctonos muy buenos.
No dejéis de ir cuando tengáis una oportunidad.

2 comentarios:

Pablo de Benavides dijo...

"Lo mejor que se puede hacer en la ciudad es dejar la guía en el hotel y descubrir callejeando sus rincones. Imprescindible recorrer la muralla y fotografíar desde todos los angulos Dubrovnik."

Esta cursilada (no por el contenido, si no por la manera de decirlo) estilo seccion Viajes de cualquier magazine, espero q se t haya quedado de leer revistas xa planificar tu viaje.

Tuco dijo...

Me lo voy a tomar como un cumplido. Es de cosecha propia, ya que no leo revistas que no sean de Historia (a mi cuursilada súmale mi pedantería). ¿cómo se dice capullo en inglés?