miércoles, 24 de agosto de 2011

JMJ 2011

Parece que los artículos escritos por agnósticos o ateos tienen mas valor que los escritos por católicos en lo relacionado con la JMJ. Así que espero que, por ser católico, mi análisis, mi pensamiento y mi crítica, tengan algo de validez también.
Creo que es un honor asistir a una celebración religiosa en persona con el Papa, pues es el representante de Jesús en la tierra. No hay tantas ocasiones para estar con él personalmente ni para celebrar con él la comunión con Dios. Ese debería ser el motivo de la movilización. Y ese deseo de los catolicos debería ser también el motivo del respeto de los que no piensan igual. Es verdad que ha habido algo de fiesta en la JMJ, pero¿ no es una fiesta la posibilidad de compartir una fe con un millón y medio de personas?
Sobre todo si esa fiesta es una comunión con Dios, y un compromiso con la verdad. En una sociedad en la que se mide a las personas por su dinero, en la que confesar tus creencias es motivo de mofa por parte de los demás y en la que reconocer que vas a misa te hace un ser extraño, reconforta, y mucho, tener la certeza y la experiencia de que no estás solo, y que como tú, hay millones y millones.
Pero alrededor de esta maravillosa reuníon, hay algunos aspectos criticables.
Lo más impresentable es la posición de los autodenominados librepensadores y ateos, no solo por la forma de oponerse a los que piensan de manera diferente sino por apropiarse de la palabra librepensamiento. El catolicismo es el fruto del libre pensamiento también. Y ya puestos a utilizarla, deberían respetar a los que piensan libremente y de forma diferente. Su odio a la Iglesia, su anticlericalismo ramplón sólo se puede manifestar a través de la violencia, pues su indigencia intelectual no les permite un debate sin la utilización de la fuerza y el insulto. Es un corpúsculo repugnante que no representa ni el librepensamiento ni opciones religiosas diferentes al cristianismo católico. El ateísmo es en si mismo una impertinencia insultante sobre el espíritu. El dogma central de su pseudoreligión, y por tanto lo que les lleva a invalidar al cristianismo, es que la evolución es "espacio + tiempo + casualidad", y consideran su conocimiento ilustrado la perfecta sustitución a la fábula de un pueblo ignorante y crédulo.
En cuanto a los católicos, también hay mucho que criticar. La Iglesia, su organización y su mensaje, son de lo más evolucionado en el ámbito religioso si comparamos con otras opciones, pero su adaptación a los tiempos no significa que su mensaje sea equívoco. Los que se equivocan son los jóvenes, y no tan jóvenes. El mensaje es claro, fiel reflejo de la enseñanzas de Jesús, y en cualquier caso de una dureza brutal en los tiempos que corren. Las enseñanzas de la Iglesia no son un conjunto de principios a la carta, y sin embargo los jóvenes piensan que se les está permitido coger solo lo que les conviene, lo fácil de cumplir, dejando de lado lo incómodo. O se está con la Iglesia o no se está, o en todo o en nada. Y si estás a medias, no presumas de católico puro, y no critiques a los que no lo son, pues tú, joven, y no tan joven, no puedes tirar la primera piedra. No se puede ser católico fuera de la Iglesia.
Y criticable es la Iglesia, por el tipo de joven que ha congregado para vitorear al Papa. ¿Estáis seguros de que el Papa quiere a este tipo de jóvenes? ¿Solo jóvenes acomodados socialmente, guapos, sin problemas, cumplidores de sus enseñanzas a la carta? La Iglesia quiere a los jóvenes de los barrios marginales, hijos de padres sin recursos, con bajas opciones de ganarse la vida en el Estado burgués y capitalista, los que tienen necesidades, los que pecan, en definitiva, aquellos con los que Jesús se relacionaba. Las iglesias se llenan los domingos en función de la capacidad adquisitiva de los barrios, ¿por qué su mensaje no llega a estos jóvenes? ¿Se ha convertido la Iglesia y su enseñanzas en algo cómodo para los ricos e incomodo para los pobres?

1 comentario:

G dijo...
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