lunes, 27 de julio de 2009

1er TOUR VFR

Este espacio dedicado a viajes, me va a permitir compartir con mis seguidores mi última aventura por España.
Un día despejado y fresco prometía un buen inicio de fin de semana. Salimos el sábado a las 9:00 de Madrid con destino a Santander. La sierra de Madrid ofrecía sus mejores instantaneas, y tras atravesarla a 6.500 pies nos dirigimos a Segovia, ciudad de la que disfrutamos de las majestuosas vistas del Alcazar y de la catedral. Abandonando la ciudad decidimos desviar al go el rumbo para sobrevolar el pueblo de Duruelo, para saludar con un alabeo a mi amigo Carlos, y ser objetivo de su cámara. A partir de ahí, rumbo a Burgos y Santander. El paisaje hasta Burgos, el propio de la meseta castellana, y a resaltar la vista de los Montes de Oca y el recuerdo de alguna aventura del Camino de Santiago. Unas 20 millas al norte de Burgos, se nos ofrece el cambio del paisaje castellano al montañoso norte de España. Dejamos a la izquierda el precioso pantano de Arija, y atravesamos la sierra entre el Alto Cotero y el Alto Otero Mayor, para iniciar el descenso hacia la ciudad de Santander, pasando por Villacarriedo. El aeropuerto está en la misma bahía, y realizamos nuestro primer descanso.
La siguiente etapa era una de las estrellas del viaje siempre que nos autorizasen a costear hasta San Sebastián. El buen tiempo nos acompañaba. En Santander tuvimos que modificar el plan de vuelo y decidimos ir a comer a Pamplona, pues en San Sebastían habían restringido el aterrizaje de aviación privada. Depegamos, recorrimos la bahía, y dejando el Palacio de la Magdalena a nuestra izquierda, fuimos hasta el faro de Mouro, e iniciamos nuestro viaje por la costa cantábrica. Absolutamente impresionantes las vistas de la costa; playas preciosas llenas de gente disfrutando de un día de verano, con verdes montañas a sus espaldas, y un mar tranquilo y azulado. Cuando llegamos a Zarauz viramos hacia Pamplona. Atravesamos las montañas de Vascongadas, y llegamos a Pamplona.

Fuimos a comer a un bar de la calle Estafeta, a tomar unos pinchos, y recorrimos las calles próximas al Ayuntamiento, antes de coger de nuevo el taxi y volver al aeropuerto, con el objetivo de volar a Huesca. Con las cumbres de los pirineos a nuestra izquierda, volábamos por los valles, dejando a nuestra derecha el embalse de Yesa, y a la altura de Arrés nos dirigimos a Yeste, pudiendo ver de cerca el Murillo de Gállego y el Castillo de Loarre. Hasta el aeropuerto de Huesca nada que destacar salvo la amplia llanura.Fue para nosotros una sorpresa la cantidad de tráficos que había en el circuito de Huesca, pero parece ser que topfly ha trasladado sus operaciones de escuela allá desde Sabadell. El aeropuerto no tiene actividad en verano.
En Huesca dormimos y disfrutamos de una excelente cena en la Taberna Lilias Patias.
A las 8:30 del domingo estábamos en el aeropuerto, y cuando los alumnos de Top Fly nos lo permitieron, pusimos rumbo a Castellón. La idea era encontrarnos con el Ebro, y de ahí seguir su curso hasta Tortosa. Ese itinerario nos permitió disfrutar de Caspe, junto a los meandros del río, luego Tortosa, y por fin el Delta del Ebro. No pudimos sobrevolar el delta por ser zona protegida. Desde Tortosa, y siguiendo la costa alcanzamos Peñíscola. Se puede decir que es uno de los pueblos más bonitos para observar desde el aire.
Por fin llegamos a Castellón, aeropuerto pequeño pero con el privilegio de estar junto a la playa. Allí disfrutamos de la terraza Budda, en la misma playa, un poco de sol y mar, y una comida tranquila. Una vez repostamos regresamos a Madrid. Se puede decir que la etapa fue dura. Hasta atarvesar el Maestrazgo un viento de frente de 20 nudos, que hacía el avance desesperante. Cuando acabó el viento, la Serranía de Cuenca nos obsequió con unas bonitas turbulencias, y para rematar la faena, desde Cuenca a Cuatro Vientos sufrimos una temperatura de 40 grados, que hizo eterna la etapa final.
A las 19:00 llegamos a Madrid, y acabó nuestra aventura.

1 comentario:

Juan dijo...

Pedazo de viaje, que buena pinta que tiene.