viernes, 30 de enero de 2009

Cosas en común

Voy a dedicar un párrafo a mis amigos, y no podría empezar esta dedicatoria sin antes lanzarles una pregunta: ¿qué tienen en común un guante, el IVA, el viento, la prima, el SPA, la cooperativa y la paella?
De lo mencionado, y de las evocaciones que esas palabras pudieran producir en el grupo de amigos, ninguna alcanzará el nivel de la del "guante", palabra que por si sola merece un comentario y artículo independiente. Y concretando un poco más: "guante de cocina", sí, de esos de plástico, que por lo visto produce menos alergia que el latex.
Algunas palabras hablan de excusas, otras de ambiente, otras de relaciones, y por supuesto otras de la más absoluta perversión.
El fin de semana empezó bien y acabó bien y sobre todo acabó "ordenado". No hubo necesidad de planificar, pues todos sabíamos cuál era el guión. Sólo hubo un momento de crisis: ¿había algo de comer antes de la paella?.
Hubo detalles de maduración, la edad contribuye a este aspecto; bueno eso parecía al principio, hasta que apareció el efecto prima.
Se sustituyeron grandes tradiciones por otras más relajantes, pero no fue ni planificado ni fruto de un deseo excesivo de relax, sino de la idea de regalar unos dados para jugar al mentiroso que no servían ni para jugar al parchís, pues faltaba el tablero y el cubilete, y ya puestos sobraba un dado.
La comida estupenda (no es la frase de La Boheme "La comedia estupenda"), pues se logró combinar la dificultad de cocinar con fuego al aire libre con vientos de 100 Km/h con calidad y sobre todo cantidad.
Las noches fueron larguísimas, recordando aquellos tiempos de estudiante, la primera noche porque teníamos fuerza y la segunda por la aparición de la prima, que obró milagros sobre el espíritu de alguno.
Mención especial para Nacho, irreconocible por su madurez y templanza. Estuvo desconocido, él sí ha madurado, creo. El alcohol no le transformó.
Pero, ¿qué me dicen del guante?

4 comentarios:

Juan dijo...

mmmmm.... ¡ La gallina!
Me alegro de que hayáis disfrutado del fin de semana, al que realmente tanto me habría gustado asistir.

Me gustaría descubrir tanto enigma a través de los comentarios a este post, pero me temo que esto es muy moderno para los miembros de esta Real Peña, así que ya me los contareis en persona.

¿No hay fotos del evento?

Anónimo dijo...

Dicen que es mejor insinuar que mostrar. Yo no siempre estoy de acuerdo, pero en ocasiones como esta lo comparto al cien por cien.

Se echó de menos a los ausentes (que, a pesar de todo, no fueron despellejados como aconseja el ritual en estos casos).

La gastronomía tuvo un altísimo nivel, tanto en la paella que el autor cocinó (magistral), como el pescado de por la noche y la comida del día siguiente en El Palmar.

Y si, se nota que nos hemos hecho más formales. Y no sé si es sólo por la edad...

Tuco dijo...

Yo me abstengo de comentarios adicionales hasta que veamos como se pronuncia el resto del grupo.

Carlos Cueto dijo...

Algún "ladrón de guante blanco o rojiblanco"... ¡¡Qué má da!! lo importante nunca es el guante sino a quien se lo pones o a quien se lo quitas, jajaja... La paella (para ella) estuvo a la altura de un buen conejo y una buena polla (¿o era pollo?)... en fin, estamos formales y está claro que las "valkirias" no nos hacen mucho tilín y que lo de contar "mentiras" con un juego de dados, ahora nos resulta ya prescindible... Hasta el Mercadona tenia un tufo snob, que nos invitó a dejar las cosas igual que quedaron hace unos años en nuestra memoria "histórica"... Si Minnie levantara la cabeza... Tuco no olvides resucitarla en el próximo cumpleaños. Gracias por todo.