miércoles, 10 de septiembre de 2008

La punta del iceberg

El asunto de Roquetas no es más que un pequeño ejemplo de algo que se va a extender pronto por nuestro país. Hemos tenido suerte de que ha sido un "asunto" entre gitanos y senegaleses, pues así se ha podido circunscribir la pelea dentro del epígrafe "racismo".
Pero no es racismo. Es la válvula de escape de barrios que se encuentran densamente habitados por gente que vino a buscarse la vida a España y que en el plazo de 3 meses no tendrán trabajo.
Los inmigrantes que se están quedando en la calle no van a regresar a su país, aunque algún político demagogo intente convencer de lo contrario a la "ciudadanía" (votantes de ZP). En España se aguantan altas tasas de paro porque la familia, eso que ZP se quiere cargar, arropa a los suyos. Pero los inmigrantes no tienen ni arraigo familiar ni arraigo "patrimonial", y en la calle, cuando no tiene nada que perder, se dedicará a delinquir.
Preparémonos para un aumento espectacular de la conflictividad social y de los delitos.

1 comentario:

Juan dijo...

En España no hay racismo, por más que a los progres les guste decir que somos racistas. Es muy diferente el miedo a la delincuencia, que sin duda se agravará en los próximos meses, y en la que suelen verse inmersa los más desfavorecidos, y que, además, como dices Tuco, no están arropados por eso tan malo que es la familia.